En este sermón, el Pastor Héctor Abraham explora la conversación entre Jesús y Nicodemo en Juan 3:1-10, destacando la necesidad del nuevo nacimiento para entrar en el reino de Dios. A continuación, se resumen los puntos principales:
- Contexto y Personaje:
- Nicodemo, un fariseo prominente y miembro del Sanedrín, viene a Jesús de noche.
- Nicodemo reconoce a Jesús como un maestro enviado por Dios debido a las señales que realiza.
- La Necesidad de Nacer de Nuevo:
- Jesús le dice a Nicodemo que para ver el reino de Dios, debe nacer de nuevo.
- Nicodemo, confundido, pregunta cómo puede alguien nacer de nuevo siendo viejo.
- Jesús explica que se trata de un nacimiento espiritual, no físico, y que uno debe nacer del agua y del Espíritu.
- Simbolismo del Agua y el Espíritu:
- El nacimiento del agua simboliza la purificación y el nuevo nacimiento espiritual.
- Referencia a Ezequiel 36:24-27 donde Dios promete rociar agua limpia sobre su pueblo y darles un corazón nuevo y un espíritu nuevo.
- La Soberanía de Dios en el Nuevo Nacimiento:
- Jesús compara el Espíritu Santo con el viento: no se puede controlar ni predecir, pero sus efectos son evidentes.
- El nuevo nacimiento es una obra de Dios, no algo que el hombre pueda lograr por sí mismo.
- Evidencias del Nuevo Nacimiento:
- Los que han nacido de nuevo muestran signos de vida espiritual: hambre por la palabra de Dios, comunicación con Dios en oración, amor por la familia de fe y obediencia a Dios.
Versículos Bíblicos Complementarios
- Juan 3:3: «Jesús le respondió: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.»
- Ezequiel 36:25-27: «Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.»
- 1 Pedro 1:23: «Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.»
- Tito 3:5: «Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.»
- 2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.»
Estos versículos refuerzan la enseñanza del sermón sobre la necesidad del nuevo nacimiento y la obra soberana de Dios en la regeneración, mostrando que la salvación no es por obras, sino por la gracia y el poder de Dios.