Juan 7:40–52 | La Respuesta de los Hombres Ante la Gran Pregunta | Pastor Héctor Abraham

En este mensaje, el Pastor Héctor Abraham predica sobre Juan 7:40–52, enfocándose en la gran pregunta: “¿Quién es Jesús?” A través de la reacción dividida de la multitud, los líderes religiosos y los oficiales del templo, el pastor invita a la audiencia a juzgar a Cristo con honestidad y rendirse ante su verdad, mostrando que la identidad de Jesús no puede ser evitada ni respondida con neutralidad: exige una decisión que transforma la vida.


Puntos Clave del Sermón

División por causa de Cristo

El mensaje muestra que la persona de Jesús inevitablemente divide a la humanidad. La multitud opinaba: “Es el profeta”, “Es el Cristo” o “¿De Galilea puede venir el Cristo?” (Juan 7:40–41).
La verdad acerca de Cristo no deja lugar para la neutralidad. Como dijo Jesús:

Mateo 12:30 – «El que no está conmigo, está contra mí.»

Esta división no solo refleja confusión teológica, sino una resistencia del corazón a aceptar al verdadero Mesías.


Confusión ante su enseñanza

Los alguaciles enviados para arrestarlo regresan sin cumplir su tarea. Su razón:

Juan 7:46 – «Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla.»

A pesar de su formación, quedaron asombrados por la autoridad de Jesús.
Pero el pastor advierte que el asombro no basta. No es suficiente admirar a Cristo: hay que rendirse a Él.

Lucas 4:32 – «Todos se admiraban… porque su palabra era con autoridad.»


La razón como herramienta justa

Nicodemo, miembro del Sanedrín, intenta introducir un juicio razonable y justo:

Juan 7:51 – «¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre si primero no le oye y sabe lo que ha hecho?»

Aquí se enfatiza que la fe cristiana no se opone a la razón. Juzgar correctamente a Cristo implica escuchar su palabra y considerar sus obras, no actuar con prejuicio religioso.


La evasión de la verdad

Los fariseos ridiculizan a Nicodemo y desprecian al pueblo llamándolo ignorante.
Su estrategia es evadir, no investigar. El pastor advierte que esta es una actitud común aún hoy:

“La Biblia dice eso, pero yo lo creo así” – es una señal de peligro espiritual.

La evasión de la verdad de Cristo es en sí misma un juicio:

Romanos 1:21 – «Habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios…»


La confesión correcta: Pedro como ejemplo

Finalmente, el mensaje llega al corazón del texto: la única respuesta verdadera a la pregunta “¿Quién es Jesús?” es confesarlo como el Cristo, el Hijo de Dios.

Mateo 16:16 – «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.»

Pero el pastor advierte que esta confesión no puede ser solo teórica. Debe vivirse:

Lucas 9:23 – «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.»


Versículos Bíblicos Complementarios

  • Juan 7:43 – «Así que surgió una división entre la multitud por causa de él.»

  • Lucas 12:51–53 – «¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: no, sino disensión.»

  • Mateo 7:28–29 – «La gente se admiraba de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad.»

  • Proverbios 18:13 – «Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio.»

  • Romanos 1:21 – «Profesando ser sabios, se hicieron necios.»


Reflexión Final

La pregunta más importante de la vida no es filosófica ni religiosa: es personal. ¿Quién es Jesús para ti?

No basta con saber que es el Hijo de Dios. Tu vida debe confesarlo. El Jesús del Evangelio no vino a ser admirado, sino a ser seguido con toda la vida.

“Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre.”
Pero más importante aún: jamás hombre alguno ha salvado como este hombre.

Negarse a responder o responder superficialmente es, en realidad, rechazarlo. Cristo no deja margen para evasiones. O lo coronamos, o lo crucificamos.
¿Qué dice tu vida de quién es Jesús?