En este sermón sobre Juan 5:30-38, el Pastor Héctor Abraham expone el testimonio del Padre acerca de Jesús, enfatizando cómo la relación de Cristo con el Padre establece la divinidad de Jesús y su rol como juez y dador de vida. A continuación se destacan los puntos principales del mensaje:
- La Validez del Testimonio de Cristo:
- Jesús explica que su juicio es justo porque no busca su propia voluntad, sino la del Padre. Esta sumisión refleja la unidad y armonía con el Padre, lo que le da autoridad divina en su testimonio.
- Jesús señala que el testimonio sobre su identidad no proviene únicamente de él, sino del Padre. Esto cumple con la ley mosaica que exige el testimonio de dos o tres personas para confirmar la verdad (Deuteronomio 17:6).
- El Testimonio del Padre:
- Jesús presenta cuatro tipos de testimonios que provienen del Padre: el testimonio de las obras de Jesús, de Juan el Bautista, de Moisés, y de las Escrituras.
- El milagro de sanar al paralítico es un ejemplo del testimonio de sus obras, las cuales evidencian que su autoridad y poder son divinos.
- La Reacción de los Judíos:
- A pesar de los claros testimonios y las señales, los judíos rechazan a Jesús debido a su ceguera espiritual y su apego a la autoridad humana.
- El sermón destaca la ironía de su reacción: están cegados por el legalismo y no logran reconocer la revelación del Padre a través de Jesús.
- Jesús y la Obediencia Perfecta:
- Jesús actúa en completa obediencia a la voluntad del Padre, un ejemplo de la perfecta unidad en la Trinidad. Esto confirma su identidad divina y su rol como el juez que tiene autoridad sobre la vida y la muerte.
Versículos Bíblicos Complementarios
- Juan 5:30: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.”
- Deuteronomio 17:6: “Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo.”
- Mateo 3:17: “Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
- Juan 8:18: “Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.”
- Hebreos 1:3: “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”
Estos versículos refuerzan la enseñanza de que el testimonio del Padre acerca de Jesús es suficiente para confirmar su divinidad y autoridad, y que Jesús actúa siempre en total unidad con el Padre.