Juan 1:14 | Ven Contempla El Gran Misterio | Pastor Hector Abraham

En el siguiente sermón predicado en la Iglesia Comunidad de Gracia, se aborda el misterio de la Encarnación de Cristo, destacando cómo el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. El Pastor Héctor Abraham profundiza en la significación de Dios viviendo entre su creación, mostrando su gloria, gracia y verdad. Aquí se resumen los puntos esenciales y las escrituras mencionadas:

  1. La Encarnación del Verbo (Juan 1:14): Este versículo central ilustra la encarnación de Jesucristo, quien, siendo Dios, tomó forma humana para vivir entre nosotros y revelarnos la gloria divina.
  2. Presencia de Dios en la Historia:
    • Éxodo 25:8 y Levítico 23:41-43: La presencia de Dios con su pueblo en el Antiguo Testamento, primero en el Tabernáculo y luego recordada en la Fiesta de los Tabernáculos, prefigura la venida de Cristo.
  3. La Plenitud de Dios en Cristo:
    • Colosenses 1:19: Se enfatiza que en Jesús habitó toda la plenitud de la Deidad, siendo el tabernáculo definitivo de Dios con los hombres.
  4. La Revelación de la Gloria Divina:
    • La gloria de Dios, tradicionalmente asociada con la majestad y santidad divinas, se manifiesta plenamente en Jesucristo, permitiendo a los creyentes contemplar la gloria del único Hijo del Padre.
  5. La Gracia y la Verdad Reveladas:
    • Juan 1:17: La ley fue dada a través de Moisés, pero Jesucristo trajo la gracia y la verdad, mostrando el carácter inigualable de Dios y su plan de salvación para la humanidad.
  6. El Futuro con Dios:
    • Apocalipsis 21:1-5: La visión final de la nueva creación donde Dios habitará entre su pueblo de manera plena y eterna, prometiendo un futuro sin dolor, muerte o llanto.

El Pastor Abraham invita a los oyentes a reflexionar sobre la profundidad del amor de Dios demostrado en la Encarnación, donde el incomprensible misterio de Dios hecho carne se revela como la expresión máxima de su deseo de reconciliarse y habitar con su creación. Este sermón motiva a la adoración y al asombro ante la magnitud de lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo Jesús.