Juan 1:29-34 | Pastor Hector Abraham

En este sermón, el Pastor Héctor Abraham expone los versículos de Juan 1:29-34, donde Juan el Bautista identifica a Jesús como el Cordero de Dios. A continuación, se resumen los puntos principales del sermón:

  1. Introducción y Contexto:
    • Se inicia con una lectura de Génesis 22:1-7, la historia de Abraham e Isaac, como preámbulo a la identificación de Jesús como el Cordero de Dios.
    • Se destaca la importancia de tener una correcta comprensión de la persona de Cristo, comparándola con resolver una ecuación en álgebra: un error en la comprensión lleva a resultados desastrosos en la fe.
  2. Identificación del Cordero de Dios:
    • Juan el Bautista ve a Jesús y declara: «He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo».
    • Este título conecta a Jesús con el sacrificio del cordero en la Pascua judía y con el sufrimiento del siervo en Isaías 53.
    • El cordero es un símbolo de purificación y perdón de Dios, y Jesús es el cumplimiento perfecto de esta figura.
  3. Testimonio de Juan el Bautista:
    • Juan el Bautista afirma que Dios le reveló que Jesús es el Mesías al ver al Espíritu Santo descender sobre Él como una paloma.
    • Jesús es el ungido de Dios, el que bautiza con el Espíritu Santo, marcando el inicio de la redención prometida en el Antiguo Testamento.
  4. Cristo como el Sacrificio Perfecto:
    • Jesús es descrito como el mediador de un nuevo pacto, superior a los sacrificios del Antiguo Testamento.
    • La sangre de Cristo es suficiente para la redención eterna, cumpliendo y abrogando la ley ceremonial.
  5. Llamado a la Fe:
    • Se invita a los oyentes a reconocer a Jesús como el Cordero de Dios y a poner su fe en Él para la salvación.
    • Se resalta que el sacrificio de Jesús es suficiente para todos los pecados y eficaz para aquellos que creen.

Versículos Bíblicos Complementarios

  1. Juan 1:29: «El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.»
  2. Isaías 53:7: «Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.»
  3. 1 Corintios 5:7: «Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.»
  4. Hebreos 9:12: «Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.»
  5. 1 Pedro 1:19: «Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.»
  6. Apocalipsis 5:12: «Que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.»

Estos versículos refuerzan el mensaje central del sermón sobre la identificación de Jesús como el Cordero de Dios, su sacrificio redentor y la necesidad de poner nuestra fe en Él para la salvación eterna.