Juan 1:6-13 | La Luz Verdadera | Pastor Hector Abraham

El sermón del Pastor Héctor Abraham, explora la llegada de Jesucristo como la luz verdadera que ilumina al mundo y la respuesta de la humanidad hacia Él. He aquí un resumen de los puntos más importantes y las escrituras mencionadas:

  1. Juan el Bautista como Testigo (Juan 1:6-8): El sermón comienza destacando el papel de Juan el Bautista, no como la luz, sino como un testigo enviado por Dios para testificar acerca de la luz, preparando el camino para Jesucristo. Se enfatiza que aunque Juan fue un profeta poderoso, su propósito era señalar a Cristo, la luz verdadera.
  2. El Propósito de la Luz (Juan 1:9): Jesucristo es descrito como la luz verdadera que, al venir al mundo, ilumina a todo hombre. Se discute cómo la luz de Cristo permite a la humanidad conocer a Dios y discernir la realidad espiritual, contrastando la creación física con la revelación espiritual que ofrece Jesús.
  3. La Reacción Humana ante la Luz (Juan 1:10-11): Se explora cómo el mundo y especialmente su propio pueblo, los judíos, no reconocieron ni recibieron a Jesús. Este rechazo ilustra la ceguera espiritual de la humanidad y su preferencia por las tinieblas debido al amor por el pecado.
  4. Los que Reciben la Luz (Juan 1:12-13): A pesar del rechazo general, a todos los que reciben a Jesús y creen en su nombre se les da el derecho de ser hijos de Dios. Esta adopción es descrita como un acto soberano de la voluntad de Dios, no basado en herencia, esfuerzo humano, o deseos personales, sino en la gracia divina.
  5. Conclusión y Aplicación: El sermón concluye con una oración y una invitación a reconocer a Jesús como la luz verdadera. Se hace un llamado a los oyentes para que, al igual que los testimonios de fe que se compartirán en los bautismos mencionados, se abran a la transformación que Jesús ofrece, pasando de las tinieblas a su maravillosa luz.

Este sermón profundiza en la identidad de Jesucristo como la fuente de luz y vida espiritual, enfatizando la importancia de recibirle para experimentar la verdadera relación con Dios como sus hijos.