Juan 7:1-13 | En El Tiempo De Dios | Pastor Héctor Abraham

En este sermón, el Pastor Héctor Abraham enseña sobre la soberanía del tiempo de Dios, basándose en Juan 7:1-13 y complementando con reflexiones del libro de Eclesiastés. El mensaje enfatiza cómo Dios ha establecido tiempos y propósitos para cada suceso bajo el cielo.


Puntos Clave del Sermón

  1. El Tiempo de Dios es Perfecto

    • El sermón comienza con una lectura de Eclesiastés 3:1-15, destacando que hay un tiempo señalado para todo en la vida.
    • Se resalta que Dios ha hecho «todo apropiado a su tiempo» y ha colocado «la eternidad en nuestros corazones» (Eclesiastés 3:11).
    • Esto nos recuerda que Dios está por encima del tiempo, mientras que los humanos estamos limitados por él.
  2. Jesús y el Tiempo de su Ministerio

    • En Juan 7:1-13, se describe cómo Jesús no se apresuró a ir a la fiesta de los Tabernáculos porque «su tiempo aún no había llegado».
    • Aunque sus hermanos le insistían para que se mostrara públicamente, Jesús estaba consciente de que debía actuar en el tiempo designado por el Padre.
    • Esto refleja la importancia de caminar en obediencia al plan y el tiempo divino.
  3. Nuestra Dependencia del Tiempo de Dios

    • El pastor enseña que los seres humanos, al ser criaturas temporales, debemos aprender a confiar en los tiempos de Dios.
    • Resalta cómo muchas veces actuamos con impaciencia, queriendo acelerar los procesos, cuando en realidad debemos esperar en la dirección de Dios.
    • Se menciona que todo lo creado envejecerá, pero Dios permanece eterno (Salmo 102:24-27).
  4. La Eternidad en el Corazón del Hombre

    • Aunque estamos limitados por el tiempo, Dios ha puesto en nosotros un anhelo por la eternidad.
    • Este deseo a menudo se refleja en la búsqueda humana por prolongar la vida, pero se recuerda que solo en Dios está la verdadera vida eterna.
    • Jesús es quien ofrece esta eternidad, y es esencial caminar en obediencia a su voluntad.

Versículos Bíblicos Complementarios

  1. Eclesiastés 3:1: «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.»
  2. Juan 7:6: «Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.»
  3. Salmo 102:27: «Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.»
  4. Isaías 57:15: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad.»
  5. 2 Pedro 3:8: «Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.»
  6. Proverbios 3:5-6: «Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.»

Reflexión Final

Este mensaje nos invita a descansar en la soberanía de Dios sobre el tiempo. Jesús mismo nos enseñó a esperar en el tiempo del Padre y a confiar en su propósito perfecto. Así como Dios ha establecido cada momento bajo el cielo, también ha determinado un tiempo perfecto para cada área de nuestras vidas. Por eso, la clave es vivir con paciencia, confianza y obediencia, sabiendo que Dios hace «todo apropiado a su tiempo».